Gonzalo Fernández de Córdoba: El Gran Capitán
Gonzalo Fernández de Córdoba: El Gran Capitán
España tiene una extensa historia que ha permitido el surgimiento de grandes personajes que se encuentran en algunos casos olvidados en libros cerrados. Es el caso del que quizás haya sido el militar más brillante de toda la historia de la humanidad, Don Gonzalo Fernández de Córdoba.
Nacido en Montilla en 1453 en el seno de la nobleza andaluza, era pariente del rey Fernando de Aragón. Desde temprana edad, ingresó en la corte castellana como page del príncipe Alfonso de Castilla. Cuando este falleció, pasó a servir a su hermana Isabel I de Castilla. Durante la Guerra de Sucesión Castellana, fue fiel a la causa Isabelina. En la Batalla de Albuera, 1479, ya sale como un reconocido guerrero en las crónicas de la época. No obstante, fue en la larga Guerra de Granada, en el sitio a Tájar, Ílora y Montefrío, donde comenzó a destacar como estratega y mandatario militar. Durante la campaña en Loja, hizo prisionero de Castilla a Boabdil, último sultán de Granada, con quien mantuvo una gran amistad, acompañándolo hasta su destierro en Fez.
La campaña italiana
En 1495, parte hacia la campaña en Italia con el objetivo de impedir la conquista de estas tierras por parte de la Corona de Francia. Pese a que no empezó con gran suerte, cayendo derrotado en Seminara (su única derrota), sirvió como aliciente para que la aristocracia napolitana confiara en su consejo y sabiduría. Posteriormente, las batallas comandadas por el Gran Capitán, se contaron por victorias, empleando técnicas de vanguardia en lo militar y aplastando a cualquier ejército que se le pusiera por delante.
Don Gonzalo despertó un gran recelo en las coronas europeas e incluso en los Estados Pontificios, que le pidieron auxilio para pacificar Roma tras el intento de invasión extranjera. Tal fue su superioridad en el campo de batalla que ninguna corona pretendía tenerlo como enemigo. Una de las batallas más importantes que ganó el Gran Capitán fue la de Ceriñola. Una gesta en donde los españoles, aún en inferioridad numérica, ganaron a los franceses, llevando a la firma del Tratado Chambord-Granada y en donde Francia y España se repartían Nápoles.
Poco después y debido a que el reparto fue algo chapucero y las aspiraciones castellanas muy altas, los franceses abandonaron Nápoles tras verse sometidos al ejército de Don Gonzalo. Esto hace que entre 1504 y 1507 se convierta en Virrey de Nápoles al servicio de la Corona de Castilla y Aragón, unificadas por los Reyes Católicos. El mismo recelo que levantaba en las Coronas Europeas, también lo levantaba en el Rey Fernando, el Católico. En una sociedad donde no había futbolistas, artistas…los militares eran los estamentos más cotizados. En la figura del monarca, existía cierta preocupación constante a que el Gran Capitán renegara contra el y la corona. Pese a que nunca se dio, esta situación causó que Fernando lo destituyera como virrey de Nápoles y lo intentara aprisionar en varias ocasiones.
Su gran valentía y destreza
Don Gonzalo Fernández de Córdoba pasó a la historia como el hombre que reinventó la táctica militar en la Edad Moderna. El atrincheramiento, levantar taludes y fosos, la gran importancia de los cuerpos de infantería… fueron tácticas que se emplearon hasta bien entrada la Primera Guerra Mundial, por lo que hablamos de más de cuatro siglos de vigencia.
Poco a poco, su fama dentro del Campo de Batalla dio paso en el post-mortem a la creación de un perfil legendario en torno a su figura. Ese halo de leyenda viene reflejado en multitud de escritos de la literatura hispánica. Don Gonzalo Fernández de Córdoba fue un hombre que no se amilanó ante nada y sus ideales tan fuertes y fijados le dieron más de 700 triunfos durante toda su vida. El Gran Capitán falleció en Granada el 2 de Diciembre de 1515 y reposando sus restos, en un principio, en el Monasterio de San Jerónimo de la ciudad nazarí.
Sus gestas y su gran carrera militar hace que sea considerado como el fundador de la Infantería de los Tercios Españoles. Actualmente, existe el “Tercio Gran Capitán 1º” de La Legión. Así lo describe la web del Ejército de Tierra: “El emblema está tomado del primitivo escudo de D. Gonzalo Fernández de Córdoba, “El Gran Capitán”, jefe de las Tropas españolas en las campañas de Granada e Italia, en e siglo XVI. El aspa de Borgoña de oro simboliza que forma parte de la Reserva General. El gules del campo identifica al primer Tercio de la Legión.”
Sus restos, en paradero desconocido
Tristemente no es una leyenda. Los restos de Don Gonzalo no sabemos, actualmente, donde se encuentran. Sabemos que los restos estuvieron en el Monasterio de San Jerónimo de Granada hasta 1810. En ese año y en el contexto de la ocupación Napoleónica, las tropas del general Horace Sebastiani, profanaron sus restos y quemaron los 700 trofeos. El mismo general en su huida de España en 1812, se llevó la calavera y una copia de la espada de gala de Don Gonzalo.
Veinte año después, en 1835 y durante la Desamortización Española, los restos sufrieron una segunda exhumación, trasladándose a Madrid para, supuestamente, volver a Granada años después. En el año 2006, una investigación del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico dictaminaron que los restos no eran los del Gran Capitán.
Y así termina esta historia de Don Gonzalo Fernández de Córdoba ¿La conocías? Cuéntanos en los comentarios, y no olvides de visitar nuestra web www.ArenaldeSevilla.com donde podrás encontrar la mayor colección de artículos sobre nuestra historia, con la Bandera de España y varias simbología histórica.