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Rocroi: el fin de los Tercios de Flandes

Rocroi: el fin de los Tercios de Flandes

Año 1643. Los invencibles Tercios de Flandes ejercían su hegemonía sobre Europa, y para liberar la presión de algunos de sus territorios se dirigen al norte de Francia para sitiar la villa de Rocroi. Así comienza uno de los acontecimientos más importantes de la historia de España, concretamente de los Tercios de Flandes.

Como toda historia, esta también tiene un fin, pues al igual que el Imperio Romano todos los grandes terminan cayendo. Esta batalla en concreto no supone el fin de la existencia de los Tercios, pero sí el fin de su supremacía: lo perdieron todo menos su honor, luchando hasta la última gota de sangre.  ¿Quieres enterarte de esta trepidante batalla que supuso el inicio de una nueva era en la historia de España? No te lo pierdas a continuación.

La llegada a Rocroi

francisco de melo
francisco de melo

En los días previos al 19 de mayo de 1643, los Tercios españoles bajo las órdenes de Francisco de Melo, capitán general de los Tercios de Flandes, concentraron sus tropas para el asalto a Rocroi. Luis II de Borbón-Condé, por entonces Duque de Enghien, fue alertado de la situación y se dirigió a Rocroi con la intención de enfrentarse a los españoles en campo abierto. 

El Duque de Enghien contaba con 17.000 soldados y 6.000 jinetes, además de 14 artillerías, mientras que Francisco de Melo formaba con 22.000 soldados y 24 cañones. Vista la inferioridad numérica, Melo pidió rápidamente refuerzos, con lo que se unirían a la batalla velozmente otros 3.000 soldados de diversos tercios (como el Tercio de Ávila) y 1.000 jinetes. 

Dispuestos a formar, los Tercios pensaron que las tropas francesas vendrían a socorrer la plaza, por lo que formaron con la artillería en primera línea y con los tercios españoles en vanguardia, un puesto realmente codiciado y reservado solo para las tropas de élite. De este modo, esperaron a la incorporación de los refuerzos antes de atacar.

La Batalla de Rocroi

Luis II de Borbón-Condé, Duque de Enghien
Luis II de Borbón-Condé, Duque de Enghien

Los dos días anteriores a la batalla, los tercios españoles descansaron aguardando a los refuerzos. Sin embargo, un desertor informó al Duque de Enghien de la inminente llegada de los refuerzos españoles, lo que supuso un cambio decisivo en el desenlace de esta contienda: los franceses se apresuraron a atacar en ese mismo momento para aprovechar la superioridad numérica. A las 3 de la mañana del 19 de mayo comenzaba el avance de las tropas de Enghien. Sin embargo, Melo había dispuesto un grupo de 500 arcabuceros que destrozaron el primer choque de caballería francesa, la cual quedó lo suficientemente herida para ser arrasada por los jinetes de los tercios. Aprovecharon así los españoles para capturar algunos cañones enemigos, dificultando el avance de estos. Sin embargo un contraataque obligó a la caballería a entrar en retirada y una emboscada sorpresa acabó con los arcabuceros.

Los jinetes que formaban la caballería de Albuquerque lograron ventaja en al menos dos ocasiones, pero esto no fue suficiente. Los jinetes mercenarios croatas del flanco francés fueron ganando terreno y finalmente hicieron retroceder a los de Albuquerque hasta que finalmente se dispersaron por completo. Como consecuencia, un ataque directo a alguno de los tercios aliados fue decisivo, pues sin caballería de apoyo no consiguieron reponerse a este encuentro en el que los tercios perdieron a tres de sus comandantes.

Sin embargo, en una torpe maniobra del ala izquierda de La Ferté, uno de los capitanes franceses, sus hombres quedaron expuestos ante la Caballería de Isenburg, tercios alemanes aliados de Melo, que sin duda aprovecharon para atacar y arrasar con los flancos de La Ferté, capturándolo, y avanzando en dirección a la artillería francesa. Consiguieron capturarla por completo, llegando un momento en el que 24 piezas artilleras españolas disparaban continuamente al enemigo, el cual no podía responder el fuego tras haber perdido todos sus cañones. Todo parecía ganado, pero por desgracia la hora de los Tercios de Flandes estaba a punto de llegar…

Batalla de Rocroi, por José Daniel Cabrera Peña
Batalla de Rocroi, por José Daniel Cabrera Peña

Francisco de Melo puso todo su empeño en esta última defensa. Las tropas de Enghien consiguieron acabar con la Caballería de Isenburg, y al verlo los tercios italianos huyeron en retirada. Tan solo los tan esperados refuerzos podrían hacer algo por ayudar a la victoria española, así que Melo dio la orden a sus hombres de resistir a toda costa. Los Tercios de Flandes no dieron tregua, defendiendo su posición con cada gota de sudor, lágrimas y sangre. Sin embargo, los tercios de refuerzo comandados por Jean de Beck llegaron (según las fuentes) cerca de las 8 de la mañana a las afueras de Rocroi, tras 5 horas de combate, y al ver el mal estado de las tropas españolas decidieron no involucrarse. Melo estaba solo.

Los cinco tercios españoles que quedaron se agruparon formando un gran rectángulo con la intención de repeler los ataques. Rechazaron la infantería enemiga a base de mosquetes. Resistieron una carga. Y luego, otra. Enghien estaba herido de bala y parecía que por fin todo iba a acabar. Pero durante la tercera carga francesa, lo que se acabó fue la munición. Ningún cañón español pudo seguir disparando. Y aún así aguantaron tres cargas más, hasta que los franceses recuperaron algún cañón y utilizaron su propia munición para destruir la formación de los Tercios de Flandes. Tan solo quedaron en pie los Tercios de Villalba y Garcíez, a los que se unieron los supervivientes de otros tercios. 

Último tercio en Rocroi, obra de Augusto Ferrer Dalmau
Último tercio en Rocroi, obra de Augusto Ferrer Dalmau

El fin de la batalla

Las fuentes francesas honran el valor y la bravura de los Tercios españoles, pues se refieren a ellos como “murallas humanas”. Temiendo que pudieran llegar los refuerzos que esperaban, y viendo la tremenda resistencia de los tercios restantes, Enghien ofreció la negociación de una rendición para Villalba y Garcíez, permitiéndoles volver a España sanos y salvos. Y en este momento en el que aquellos valerosos hombres pudieron haber soltado su espada y abandonado la batalla, los soldados restantes del Tercio de Albuquerque y Mercader continuaron luchando hasta la última gota de su sangre. Francisco de Melo pudo salvar a unos 3.000 hombres con los que regresó a España.

Escenario de la Batalla de Rocroi
Escenario de la Batalla de Rocroi

Aunque esto no supuso la extinción definitiva de los tercios, sí que significó el inicio del declive de los mismos, y el principio del fin de la hegemonía militar de España en Europa. Durante un tiempo los Tercios aún mantendrían un alto grado de éxito en combate, pero ya no tendrían el esplendor de épocas pasadas.

Sin embargo, es curioso que el Duque de Enghien terminaría pasándose al bando español, y en 1653 comandaría las tropas españolas y tomaría Rocroi. ¿Qué te ha parecido esta apasionante contienda? Tan importante ha resultado para la historia de España, que el famoso Capitán Alatriste de las novelas de Arturo Pérez Reverte encontraría su muerte en la Batalla de Rocroi, en un paralelismo entre el fin de las aventuras del personaje y el fin de los tercios. Cuéntanos tu opinión en los comentarios. 

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Un comentario en «Rocroi: el fin de los Tercios de Flandes»

  • “!MUCHAS GRACIAS,! Y LES REGALAN VIVA EL REY Y ARRIBA ESPAÑA EL ESPAÑOL NO DECAERA MIENTRAS HAYA UN ESPAÑOL OTRA COSA SON LOS MANGUIS QUE SE HAN PERDIDO POR AHI , Y QUE LES HAN ABIERTO LA PUERTA DE ATRAS .

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