Héroes olvidados

La historia de España está repleta de héroes. Muchos de ellos son tan famosos como el Cid Campeador o Blas de Lezo, pero otros son héroes olvidados que no todo el mundo conoce cuyo papel en nuestra historia es de vital importancia. Hablamos de personas como Juan Martín Díez: El Empecinado. Un héroe de la Guerra de la Independencia española que con su insistencia consiguió derrotar a las tropas francesas en situaciones extremadamente complejas. Si quieres saber más acerca de este estratega, Arenal de Sevilla te lo cuenta.

El Empecinado

Juan Martín Díez nació el 2 de septiembre de 1775 en Castrillo de Duero, Valladolid. Por esta localidad pasaba un arroyo llamado Botijas que estaba lleno de pecina, el cieno verde de agua en descomposición, por eso a los naturales de Castrillo se les llamaba “empecinados”.

Desde pequeño se le veía vocación militar, y en cuanto cumplió los 18 años participó en la Guerra de la Convención de 1793. Duró dos años, lo que le sirvió para formarse en tácticas de guerra. Al volver de la contienda contrajo matrimonio con Catalina de la Fuente, y estuvo en su pueblo natal hasta que en 1808 Napoleón invadió España. Se dice que al comienzo de esta invasión, un soldado francés violó a una mujer en Castrillo de Duero, y Juan Martín la vengó dando muerte al francés. Por este motivo decidió ir al combate contra la invasión francesa.

Guerra de la Independencia

En un comienzo organizó un grupo de guerrilleros compuesto por amigos y familiares en la ruta entre Madrid y Burgos, pero terminó uniéndose al ejército español al comenzar la Guerra de la Independencia. Nada más entrar, perdió dos batallas: Cabezón de Pisuerga y Medina de Rioseco, ambas en campo abierto. Estas derrotas le hicieron reflexionar, y pensó que tal vez obtendría mejores resultados con el sistema de guerrillas. Acertó completamente: este sistema supuso una serie de éxitos por toda la cuenca del Duero, y gracias a esto lo nombraron capitán de caballería en 1809.

Mediante la guerra de guerrillas se conseguía dañar el sistema de comunicación y suministro del ejército francés, pues interceptaban correos enemigos, apresaban convoyes con dinero, armas y víveres. El ejército napoleónico estaba siendo tan dañado que nombraron al general Joseph Léopold Sigisbert Hugo como un perseguidor exclusivo del Empecinado y su grupo. Para ello capturó a varios familiares de Juan Martín ofreciendo su libertad a cambio de que este se entregase. Su reacción fue capturar 100 soldados franceses y amenazar con su fusilamiento, por lo que el general francés tuvo que liberar a sus prisioneros.

Después de estas y muchas otras victorias, Juan Martín es ascendido a Mariscal de campo, ganando así el derecho a firmar como El Empecinado de manera oficial.

Fernando VII ordenó construir un monumento en su honor en Alcalá de Henares, ya que había tenido un papel decisivo en la defensa de la ciudad. Sin embargo, sus hazañas no fueron suficientes para salvar su vida: Juan Martín fue ejecutado en 1825 por el mismo Fernando VII debido a sus ideas liberales.

El apodo

Como ya hemos dicho, “empecinado” era aquel que provenía de Castrillo de Duero, por sus aguas llenas de pecina. Sin embargo gracias a las hazañas de nuestro héroe, en la actualidad “empecinarse” significa empeñarse en conseguir algo. Ya no significa “sucio y poco cuidado”, pues se le ha otorgado nobleza.

Juan Martín Díez es uno de tantos héroes españoles que merecen ser recordados por su peso en la historia. ¿Quién sabe si de no ser por él seguirían las tropas francesas por nuestras calles? Si quieres saber más sobre la historia de España, disfruta de este blog. Y no olvides visitar nuestra web www.arenaldesevilla.com para ver la colección de artículos históricos que te ofrecemos. ¡Dale a like si te ha gustado!